La
UNESCO
se ha dedicado a pensar de nuevo en la educación en términos de durabilidad,
especialmente en su función de encargada del programa internacional sobre la
educación, la sensibilización del público y la formación para la viabilidad,
lanzado en 1996 por la comisión para el desarrollo sostenible de las naciones
unidas. Este programa de trabajo enuncia las prioridades aprobadas por los
estados y apela a estos así como a las organizaciones no gubernamentales, al
mundo de los negocios y de las industrias con el fin de poner en práctica el
nuevo concepto de educación para un futuro viable y reformar, por consiguiente,
las políticas y programas educativos nacionales.
El compromiso y la sabiduría
de pensadores eminentes como Edgar Morín son inestimables: ellos ayudan a la UNESCO
en su contribución con los cambios profundos de pensamiento indispensables para
la preparación de la educación en el futuro. Para ello Edgar Morín se propuso
crear” los sietes saberes necesarios para la educación del futuro”. Las
cegueras del conocimiento el error y la ilusión se considera que la primera e ineludible tarea de la
educación para afrontar tal ceguera, ha de ser la de enseñar un conocimiento
capaz de criticar el propio conocimiento y, para ello, apela a evitar la doble
enajenación que se da en nuestra mente por sus ideas y de las propias ideas por
nuestra mente.
Por tanto, Morín concluye que si la primera tarea es la de enseñar un conocimiento que forme a la humanidad para criticar el conocimiento; el primer objetivo de la educación del futuro será apropiar a cada uno de los alumnos de la capacidad para detectar y subsanar los errores e ilusiones del mismo, en un escenario social de reflexibilidad, crítica y, sobre todo, de convivencialidad ideológica.
Morín en el siguiente capítulo, nos explica que para que la educación tenga
éxito (pertinente), se debe organizar, primero, el objeto que vamos a conocer,
teniendo muy en cuenta:
-El contexto: Para que los datos tengan sentido.
-Lo global: Los datos forman un todo, y ambos
sirven para conocer.
-Lo multidimensional: El todo no puede dividirse
porque se pierde información.
-Lo complejo: Cuando las partes de un todo son
indivisibles, aparece la complejidad.
Por tanto, la educación del futuro debe buscar
una inteligencia general, que aglutine estos cuatro conceptos y olvidar
una inteligencia parcelada que provoca que aparezca la ilusión y el error
del capítulo I.
Es imprescindible conocernos
primero a nosotros mismos, conocer la naturaleza humana. La educación del
futuro debe organizar y unir todos los conocimientos fragmentados y formar una
idea común, de lo que es la condición humana. Diferenciar identidad compleja de
identidad común. La utiliza términos relativos a la Tierra y su unidad
("era planetaria", "problema planetario"...). Nos dice que
no debemos olvidar nuestro pasado, ni nuestro presente para no cometer los
mismos errores en el futuro, y como esperanza nos ofrece la educación, que debe
aspirar a la supervivencia de la humanidad.
La
incertidumbre que nos causa a los hombres el futuro y el progreso, la educación
del futuro debe implicarse y curtirse para afrontar la incertidumbre. Tenemos
que reconocer que nos es imposible predecir el destino, el futuro es incierto,
no es lineal, tiene variaciones o desviaciones.
En este capítulo el autor nos
habla exclusivamente de la comprensión, ya que él cree que es sumamente
importante para la educación del futuro, porque no puede haber comunicación
sino se han comprendido ante, los aspectos objetivos y subjetivos (los más
importantes) de dicha comunicación. La educación debe ir encauzada a enseñar, a
comprender y a tolerar.
El tema de la democracia y la política, pero
encaminada a la solidaridad y a la igualdad. Morín dice que el gobierno debería
tener más en cuenta la opinión de los ciudadanos, y que debería olvidarse de
tanta especialización. En el último capítulo y para terminar el autor primero
nos dice que el futuro evoluciona y nos lo dice con una frase de Antonio
Machado ("se hace camino al andar") y para terminar nos lanza una
pregunta al aire ("¿no debería ser ésa la misión de una verdadera
ONU?").
Morín ha plasmado la realidad
y nos ha dado unas soluciones o pauta y termina con una pregunta, para que
reflexionemos y reaccionemos. Nos recuerda que la ONU fue creada para organizar
un mundo que sea demócrata y solidario, aunque a veces parece que sólo se ocupa
de las guerras.
La educación se basase en tantos saberes, se ve como algo
más sencillo; y supongo que como yo pensará la inmensa mayoría, y es justamente
esto lo que falla. Todo el mundo, desde el gobierno, pasando por las escuelas,
profesores... y terminando por los padres, deberían plantearse cómo se está
educando ahora a los niños, a las generaciones del futuro y seguramente todos
llegarían a la conclusión de que debemos cambiar.
Para
terminar diré que me encantaría vivir en un mundo donde todos nos entendiéramos,
todos nos escuchásemos y no hubiera problemas de racismo, sino que hubiera una
gran tolerancia entre las distintas culturas y sociedades. Este es un mundo
utópico o fantástico, pero espero que con el cambio en la educación podamos
alcanzar la máxima perfección en nuestro mundo, un mundo de lo más tolerante y
de lo más mestizo. No debemos pensar que nuestra cultura, lengua y costumbres
son las mejores, lo mejor es que nos mezclemos todos y se llegue a una unidad
mestiza, escogiendo lo mejor de cada cultura y eliminando lo peor, eso siempre
enriquece y gratifica.
César
Colmenarez
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