domingo, 9 de diciembre de 2012

LOS 7 SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO DE “EDGAR MORIN”


La  UNESCO se ha dedicado a pensar de nuevo en la educación en términos de durabilidad, especialmente en su función de encargada del programa internacional sobre la educación, la sensibilización del público y la formación para la viabilidad, lanzado en 1996 por la comisión para el desarrollo sostenible de las naciones unidas. Este programa de trabajo enuncia las prioridades aprobadas por los estados y apela a estos así como a las organizaciones no gubernamentales, al mundo de los negocios y de las industrias con el fin de poner en práctica el nuevo concepto de educación para un futuro viable y reformar, por consiguiente, las políticas y programas educativos nacionales.

El compromiso y la sabiduría de pensadores eminentes como Edgar Morín son inestimables: ellos ayudan a la UNESCO en su contribución con los cambios profundos de pensamiento indispensables para la preparación de la educación en el futuro. Para ello Edgar Morín se propuso crear” los sietes saberes necesarios para la educación del futuro”. Las cegueras del conocimiento el error y la ilusión se considera que la primera e ineludible tarea de la educación para afrontar tal ceguera, ha de ser la de enseñar un conocimiento capaz de criticar el propio conocimiento y, para ello, apela a evitar la doble enajenación que se da en nuestra mente por sus ideas y de las propias ideas por nuestra mente.


            Por tanto, Morín concluye que si la primera tarea es la de enseñar un conocimiento que forme a la humanidad para criticar el conocimiento; el primer objetivo de la educación del futuro será apropiar a cada uno de los alumnos de la capacidad para detectar y subsanar los errores e ilusiones del mismo, en un escenario social de reflexibilidad, crítica y, sobre todo, de convivencialidad ideológica.

Morín en el siguiente capítulo,  nos explica que para que la educación tenga éxito (pertinente), se debe organizar, primero, el objeto que vamos a conocer, teniendo muy en cuenta:

-El contexto: Para que los datos tengan sentido.     

-Lo global: Los datos forman un todo, y ambos sirven para conocer.

-Lo multidimensional: El todo no puede dividirse porque se pierde información.

-Lo complejo: Cuando las partes de un todo son indivisibles, aparece la complejidad.

Por tanto, la educación del futuro debe buscar una inteligencia general, que aglutine estos cuatro conceptos y olvidar una  inteligencia parcelada  que provoca que aparezca la ilusión y el error del capítulo I.

Es imprescindible conocernos primero a nosotros mismos, conocer la naturaleza humana. La educación del futuro debe organizar y unir todos los conocimientos fragmentados y formar una idea común, de lo que es la condición humana. Diferenciar identidad compleja de identidad común. La utiliza términos relativos a la Tierra y su unidad ("era planetaria", "problema planetario"...). Nos dice que no debemos olvidar nuestro pasado, ni nuestro presente para no cometer los mismos errores en el futuro, y como esperanza nos ofrece la educación, que debe aspirar a la supervivencia de la humanidad.

 La incertidumbre que nos causa a los hombres el futuro y el progreso, la educación del futuro debe implicarse y curtirse para afrontar la incertidumbre. Tenemos que reconocer que nos es imposible predecir el destino, el futuro es incierto, no es lineal, tiene variaciones o desviaciones.

 

En este capítulo el autor nos habla exclusivamente de la comprensión, ya que él cree que es sumamente importante para la educación del futuro, porque no puede haber comunicación sino se han comprendido ante, los aspectos objetivos y subjetivos (los más importantes) de dicha comunicación. La educación debe ir encauzada a enseñar, a comprender y a tolerar.

El  tema de la democracia y la política, pero encaminada a la solidaridad y a la igualdad. Morín dice que el gobierno debería tener más en cuenta la opinión de los ciudadanos, y que debería olvidarse de tanta especialización. En el último capítulo y para terminar el autor primero nos dice que el futuro evoluciona y nos lo dice con una frase de Antonio Machado ("se hace camino al andar") y para terminar nos lanza una pregunta al aire ("¿no debería ser ésa la misión de una verdadera ONU?").

Morín ha plasmado la realidad y nos ha dado unas soluciones o pauta y termina con una pregunta, para que reflexionemos y reaccionemos. Nos recuerda que la ONU fue creada para organizar un mundo que sea demócrata y solidario, aunque a veces parece que sólo se ocupa de las guerras.

La educación se basase en tantos saberes, se ve como algo más sencillo; y supongo que como yo pensará la inmensa mayoría, y es justamente esto lo que falla. Todo el mundo, desde el gobierno, pasando por las escuelas, profesores... y terminando por los padres, deberían plantearse cómo se está educando ahora a los niños, a las generaciones del futuro y seguramente todos llegarían a la conclusión de que debemos cambiar.

Para terminar diré que me encantaría vivir en un mundo donde todos nos entendiéramos, todos nos escuchásemos y no hubiera problemas de racismo, sino que hubiera una gran tolerancia entre las distintas culturas y sociedades. Este es un mundo utópico o fantástico, pero espero que con el cambio en la educación podamos alcanzar la máxima perfección en nuestro mundo, un mundo de lo más tolerante y de lo más mestizo. No debemos pensar que nuestra cultura, lengua y costumbres son las mejores, lo mejor es que nos mezclemos todos y se llegue a una unidad mestiza, escogiendo lo mejor de cada cultura y eliminando lo peor, eso siempre enriquece y gratifica.

César Colmenarez

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